La puntuación correcta desde mi punto de vista sería 4 estrellas y media, pero no existe la opción. Es la primera vez que vengo a este restaurante y de entrada la decoración me pareció bastante confortable, los amplios ventanales al campo le dan mucha luminosidad al local.
La comida la encontré formidable, para haberle puesto las 5 estrellas. Los platos bastante generosos (no pudimos con todo) pese a estar delicioso, no imaginaba que la tempura de verduras fuese tan contundente…
Las croquetas de puchero excepcionales y todo lo demás que pedimos perfectamente cocinado y presentado. La tarta de queso espectacular, el sorbete de limón pensábamos que sería un sorbete (de los que se beben con pajita), resultó ser dos bolas de helado de sorbete, fallo nuestro por no preguntar… pero estaba bueno también.
El medio punto que le faltaría sería por el servicio, que, aunque las chicas fueron amables, rápidas y muy simpáticas, les faltaba un poquito de experiencia y conocimiento sobre los platos y vinos de la carta, nada que el tiempo no pueda solucionar…
Ha sido una buena experiencia que recomiendo.
Local muy bonito y cuidado con una terraza trasera que para nosotros es su punto fuerte por las vistas a los campos de entrenamiento.
Sus camareros son muy educados y correctos.
Comimos el menú del fin de semana y todo salió muy puntual. Es un menu de más de 30€.
Los primeros todo un éxito. La ensaladilla rusa estaba genial y los huevos rotos con jamón muy sabrosos.
También nos sacaron unas setas y croquetas que estaban muy ricas.
Estos primeros fueros muchos y muy buenos!
De segundo nos dieron a elegir entre solomillo y chipirones. Estos platos para mi gusto fueron algo más flojos.
Con cantidades muy pequeñas para el sabor que tenían!
De cerveza recomiendo la Mahou Maestra de barril que tienen. El café sin duda si podéis sacarlo a la terraza y pasar un rato de sol en la parte trasera.
Ambiente muy bueno rodeados de deporte.
Muy bueno! Excelente comida.
Fuimos el viernes a comer por primera vez. El local es de ambiente moderno y bien decorado, muy bonito.
Comimos a la carta, pedimos un surtido de platos variado, de los que destacaría las croquetas caseras con un gran sabor y muy melosas, el tataki de atún y de postre la tarta de queso cremosa y con un gran sabor (no pudimos esperar ni para hacer la foto... :) ) .
En general fueron muy agradables y tuvimos un trato perfecto. Repetiremos seguro.
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