Sin lugar a dudas, nuestra experiencia en este bar fue simplemente fabulosa. El ambiente era acogedor y ameno, el servicio impecable y la comida exquisita. La cerveza, servida con una tapa deliciosa, fue un excelente acompañamiento para las variadas y deliciosas croquetas caseras que pedimos. La tabla de quesos fue todo un acierto, pero recomendamos solicitarla con pan para poder untar. La carrillada fue generosa y deliciosa, mientras que la brocheta nos sorprendió con su increíble sabor a miel mostaza. Salimos del lugar llenos y contentos de haber hecho una elección tan acertada. Definitivamente, un sitio para volver una y otra vez.
Estábamos paseando y decidimos para allí para tomar algo rápido.
Tomamos un par de cervezas, unas muchas extremeñas y unas croquetas, muy rico.
Había bastante gente.
Preferiblemente ir andando, por allí el aparcamiento, imposible.
Pasamos por ahí justo a la hora de comer. El menú de la pizarra tenía buena pinta, por 12€.
El servicio fue bueno, y los platos estaban bien cocinados y cantidad correcta, acorde con el precio.
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