Todo un referente histórico en el casco histórico de Cádiz y punto de reunión. Buena atención por parte de los dueños. Café de la marca Catunambú. Estaba bien aunque esperaba algo más por la popularidad que tiene

No es un bar para pedir un desayuno con tostadas o bocadillos. Como mucho he visto algún refresco, colacao (de bote tipo cacaolat), agua y algo de bollería industrial. Este sitio es para café. Había leído sobre el café de este sitio (me aseguraron que era el mejor de Cádiz) y he podido comprobar que la fama es merecida. Pedí un café solo y mi opinión es la siguiente: café fuerte muy cremoso y muy extraído (grano molido muy fino y mucha presión) pero en su justa medida, sin sobreextracción (cuando yo me hago el café en casa, suelo fallar en este aspecto y me sale sobreextraído, por eso reconozco cuando no lo está). Mucho cuerpo y el aroma del café lo respiras durante mucho rato. No he detectado toque avinagrado. La espuma del café muy densa y es espuma de verdad, no un conjunto de burbujas aglomeradas (típico de las capsulas que consiguen mucha espuma a base de azúcares y condimentos artificales, no a base de presión). Además, al pedir café con hielo te dan un vaso congelado y con dos pedrolos de hielo grandes y esto ya ha marcado el 10. Normalmente, cuando no echan hielo suficiente a una bebida muy caliente como el café, suele provocar que el hielo se derrite rápido y, por lo tanto, te agua mucho el café. En este caso han cumplido: al estar el vaso congelado y tener dos piedras muy grandes de hielo, eso provoca que el café se enfría muy rápido. De esta forma, la temperatura del café rápidamente se empieza a igualar a la del hielo, provocando así que el hielo no se derrita apenas y que disfrutes de un café frío pero que no se ha convertido en aguachirri a los dos minutos. Si te gusta el café es una parada obligatoria. Precio: 1,50.