Omar Javier Beltrán Sánchez
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Lugar un tanto peculiar con ambiente familiar. La comida estaba muy muy buena, nosotros probamos sardinas a la brasa, gambones, pimientos, y ensaladilla rusa. El servicio es muy amable, pero es muy lento si vas a hora punta, nosotros tuvimos que esperar casi una hora desde que pedimos hasta que recibimos la cena. Precio para todos los bolsillos. Seguramente repetiría, pero siempre y cuando fueran más rápidos o tuvieran más empleados ;)
Buen servicio, la atención ha sido muy personal y agradable, las croquetas espectaculares, la tortillita de camarones negra buenisima y los espetos en su punto muy bien hechos, el personal muy atento y correcto, recomendable para todo el que visite el poblado de Santi Petri
Estaban todos los bares del al lado cerrados, preparando la mañana, sin embargo este señor nos dio el desayuno: 2 molletes con tomate triturado, su jamoncito, 2 cafés y su gran amabilidad. Muy recomendable, en muchas ocasiones no se necesita lujo, sino amabilidad, predisposición y un precio razonable. No cambiamos este desayuno por ninguno otro de la zona. Un bar de siempre, con personas que te atienden sin prisa. Volveremos!!!
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