Lugar mágico, la mujer que nos atendió un encanto.
No sabíamos que crepes elegir, ya que todos tenían una pinta espectacular. Son caseros y con mucho condimento.
Imposible irse sin probar tanto salado como dulce.
Se respira paz y tranquilidad ✨
Pasamos unos días por la zona, nos llamo la atención y tuvimos la suerte que hubiera una mesa libre. Se nota de lejos el cariño que ponen en cada crep, todo cuadrado y perfecto. Si vas con hambre quizás un crep se quede corto pero así tienes la oportunidad de probar otro diferente. Tanto los creps salados como los dulces estaban de 10, atención correcta por parte de la camarera. La cerveza de abadia de la carta está muy buena y es algo diferente que probar.
Volvimos por segundo año e hicimos la visita obligada por todo lo que puse el año pasado
La atención es inmejorable. Los crepés salados están increíblemente buenos cualquiera que pruebes. Dos veces he estado en Jaraiz y dos veces visité este sitio. Los dulces también están muy buenos aunque son más típicos. Nos encanta 100% recomendable.
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