Desde el primer día que abre sus puertas, hace ya mas de 30 años, fui un incondicional de éste restaurante.
Era en los 90 cuando casi cada semana venía una o dos veces. Todo era bueno y la atención lo mejor.
Después, la familia que lo tuvo durante muchos años, marcho a Barcelona y varios propietarios diferentes se hicieron cargo del restaurante con mas o menos fortuna.
Hoy vuelvo después de bastante tiempo y no puedo decir nada especial del lugar. Un simple bien es todo. En general es lo esperado, otro restaurante chino como la mayoría. Cosas que son como en todos y otras que cambian y no nos gusta.
Eso sí, es un valor seguro, pues siempre puedes comer y siempre te atienden en un tiempo bastante lógico.
Un buen lugar para ir cuando a última hora decides comer fuera de casa.
Raciones grandes y precios económicos. He comido tanto en el local como a domicilio y el servicio 10/10 siempre. La comida está riquísima, cuando te lo llevan a domicilio viene todo muy bien empaquetado, caliente y tardan poco en llevártelo. De todas las veces que he comido/pedido ahí nunca ha defraudado ni la calidad de la comida ni el servicio.
Curiosamente ya había cenado aquí con anterioridad. Ofrecen menú con una cantidad de ración y precios asequibles.
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