Producto muy bien tratado y elaborado. El servicio (Alex) de 14 como la EBAU, total conocimiento de los platos y amabilidad a tope. El local en un edificio histórico de construcción tradicional leonesa es muy bonito arquitectónicamente y el ambiente muy bien conseguido con una decoración apropiada y nada recargada. Precio adecuado, estos sitios no son baratos, y las raciones tienen una cantidad suficiente para compartir. Tuvieron el detalle de incluir alguna pieza adicional para que pudiéramos tomar todos la misma cantidad, cosa que no es frecuente. Volveremos seguro.
Un lugar que te sorprende encontrar en León.
Íbamos con el objetivo de probar el ramen, que no nos acabó de convencer, ya que no tenía huevo y los fideos no nos agradaron mucho; pero salimos enamorados de las gyozas y, sobre todo, de los mochis.
Los camareros muy agradables; todas las recomendaciones que nos hicieron fueron acertadas.
Ya tenía ganas de probar este sitio, por qué me habían hablado de él y, la verdad, merece la pena. Una gran carta muy variada, te vas con ganas de volver para probar otros platos. Muy recomendable.
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