Una buena opción para tomarte un café en el centro de León y si estando allí te da el punto goloso, tienen un montón de cosas para llevarte y todas tenían una pinta estupenda.
Por cierto la chica que nos atendió era muy simpática y encantadora.
Fuimos a desayunar y pedimos dos cafés con leche más dos piezas de bollería. De tapa nos dieron varios de sus hojaldres, que he decir que estaban muy buenos porque sabían bastante a mantequilla. Lo que nos convenció por el precio fueron los dulces que pedimos, costaban 2.50 la pieza, un precio algo alto en mi opinión. Lugar muy tranquilo, personal súper amable y café muy rico.
Dimas Pedraza Gallardo
+5
Vale la pena entrar, y no hacerse sólo la foto en la puerta, cosa que se ha convertido en una tradición. Hojaldres de mantequilla tradicionales exquisitos y muy bien de precio. Camarera (y dueños) muy amables, no dudarán en recomendarte sus diferentes productos y explicarte su elaboración. Visita imprescindible
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