Estuve hace unos años con mi mujer. Tuvimos que ir previa reserva, si no es bastante difícil dar con una mesa. El local no es pequeño y tiene también mesas fuera. El arroz con bogavante que comimos estaba brutal; el mejor que comí nunca (y bien barato; nos dejaron la perola en la mesa y comimos hasta no poder más). Y el trato fantástico. Muy recomendable, sin duda. Volvería sin pensármelo...
Fuimos allí para comer el famosisimo arroz caldoso y no defraudó, estaba buenísimo. Luego los postres también nos gustaron mucho, tanto la tarta de queso como el milhojas de crema. La única pega es que tuvimos la mala pata de que nos pillara una tromba de agua increíble y nosotros estábamos en una terracita que tienen aledaña al restaurante y aunque en un primer momento bajaron los toldos para refugiarnos a todos los comensales la lluvia era tal que no fue suficiente. El "pero" aquí es que en esos instantes de lluvia intensa todo el servicio se fue a refugiar al edificio principal y nos quedamos allí solos. Al apaciguarse la lluvia algunos comensales reclamaron el hecho al responsable de sala y este no supo dar la mejor respuesta. Pero vaya anécdota a parte, es un sitio donde se come bien y las raciones son generosas. Hay que tener en cuenta que hay mucha gente siempre, así que o bien se reserva o hay que ir con tiempo para esperar turno.
El sitio simplemente es de película, y me refiero a loa alrrededores, luego entras al restaurante (al que hemos venido por recomendación y os sugiero reservar) y los camareros son super profesionales, unos maestros en su gremio, te tratan a las mil maravillas.
Pedimos un arroz con bogavante para 4 personas y fue una gran racion, no pudimos con ello, pero estaba delicioso. Los postres tambien saben genial.
Para celicaos no hay ningun problema, vinimos con una y pudo comer sin ningun apuro.
En definitiva, un sitio para volver y, ademas, pasar el dia por la ruta de las playas.
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