Echaba de menos un lugar en dónde tomar un buen café y degustar un delicioso postre. Lo hemos conseguido, no sabes por dónde empezar ni que elegir, una amplia carta de pasteles, de todos los sabores y tamaños.
El local es amplio pero no tiene aire acondicionado, estás mucho mejor en la terraza. Los baños limpios y cómodos.
El personal amable, ya tenemos en dónde tomar el café cuando volvamos ✌️✌️
Las veces que he ido, siempre ha coincidido en que es a última hora, por eso no he probado nada más que los dulces, peeeerooooo.... Son una delicia, las chicas siempre nos tratan muy amables, con cariño y educación. Ya añadiré más cuando pruebe los sándwich, que por fotos tienen muy buena pinta.
Soy un cliente habitual,pero hasta que me acuerde me pensaré dos veces el volver a comer debido al calor tan infernal que hace dentro del establecimiento, no me quiero imaginar lo mal que lo tienen que pasar las empleadas,eso es inhumano. El trato es buenísimo como siempre, a pesar de notarse que están muertas de calor siempre con una sonrisa y muy amables.
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