Llegamos de casualidad pero salimos encantados,carta variada, platos realmente ricos y un precio genial.
Pidiendo una sepia, patatas, croquetas y 6 cañas, nos salió a menos de 25 euros.
Además el camarero, es un verdadero encanto, nos dió recomendaciones y fue muy amable con nosotros.
Si volvemos repetiremos sin duda.
Un muy buen bar, con una gran variedad de platos y tapas. Una terraza muy agradable para cenar al fresco, buen servicio.
La comida muy rica, los camareros muy rápidos y el servicio en general muy bueno.
Los precios estupendos, eso sí las raciones no tan generosa como habíamos leído en otras reseñas.
Con dos raciones, más dos zamburiñas y dos croquetas de aperitivo cada uno, más postre y dos bebidas también cada uno hemos quedado con hambre dos adultos y un bebé de dos años.
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