Idea muy original y aún teniendo gofres cerca que son mucho más buenos en sabor y calidad, aquí siempre hay cola por el juego y las risas que provoca. Lo que si me dio un poco de pena es el pobre chaval que atendía. Una cola llena de señoras esperando la bromita incluso llegue a escuchar alguna proposición hacia el chaval que si llega a ser mujer nos llevamos las manos a la cabeza… pobre. No se lo que cobra pero se merece un sueldazo por aguantar lo que aguanta…
Le pongo un 10 por la originalidad del sitio y la gran atención de Jesús. Nos reímos un montón y fue tan amable y tan irónico con su trabajo que nos fuimos encantados.
Es cierto que el producto, o al menos yo, pensaba que sería como un gofre pero la masa era más como una magdalena, pero da igual, nos hicimos la foto de rigor y la probamos 😊
Una visita muy recomendable. Los pollogofres en sí están muy buenos, pero sin duda lo mejor de la experiencia fue Jesús que con su gracia y palique garantiza muchas risas.
Repetiré en mi próxima visita a Valencia, seguro!
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