En mi caso, fuimos a comer, es el típico bar de toda la vida. El camarero y propietario es un auténtico crack. La comida muy bien elaborada, las raciones generosas y sin esperas. Para repetir.
Alfonso es un anfitrión de 10. Recomendadas las gambas al ajillo y la ensalada gourmet. La cantidad en todo es generosa, los precios muy buenos, y tienen un frizzante tinto brutal.
10/10. Además permiten animales, para el que le pueda interesar.
Alvaro Arroyo Fernandez
+5
Viendo las opiniones tan dispares compartiré mi experiencia y opinión.
Buena sitio para tomar algo de picoteo o incluso cenar con raciones. Al ser sidrería fuimos con el antojo de esta y nos ofrecieron sidra asturiana, vasca y ecológica gallega (Maeloc) acompañada de una tapita de embutido o sopas de ajo. El camarero nos avisó que la sidra no estaba muy fría y tuvo el detalle de sacarnos un enfriador para la misma. También pedimos un chorizo al verdejo que estaba muy bueno y unas chapatas de jamón y atún con pimientos también muy ricas.
Por poner alguna pega, es que esté una sola persona atendiendo en barra y terraza pero como íbamos sin prisa no nos importó mucho.
También destacar que la atención fue la correcta incluso el camarero se acercaba a preguntarnos qué tal todo y por lo visto deben aceptar a perretes en el interior.
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