El restaurante está bien situado a la afuera de la población. Tiene aparcamiento propio. El servicio de camareros está bien organizado. La preparación de plato está bien diseñados.
El lugar está en un paraje privilegiado, unas bonitas vistas en todo su entorno. Aparcamiento amplio , tienen plaza para minusválidos. Entrada plana un punto a favor. El servicio un 10, tienen buen equipo, atentos y serviciales. No te dejan esperar y siempre con una sonrisa. La comida exquisita y echa con buena leña. Por todo lo que comimos y bebimos, me parece hasta barato el precio. Sobretodo por la calidad del producto.
La verdad que no conocíamos el lugar pero nos encantó, volveremos y lo recomendaremos sin ninguna duda.
Masia tradicional catalana, en un entorno muy bonito. Comida buena y por precio razonable. A destacar, el menu de calçots (cuando es la temporada) por 38 Eur tienes cantidad ilimitada de los mismos, carne a la brasa en cantidad, postres etc.. vale la pena probarlo. Facil aparcamiento justo en frente del restaurante
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