Fuimos por primera vez para una celebración familiar, y nos dejamos aconsejar tanto en los platos como en la cantidad. Un acierto porque nos hubiésemos pasado bastante si no nos lo dicen.
La raclette está estupenda, fácil de fundir el queso y de servir. Quizás un poco más de cantidad en los aperitivos para mezclar con el queso sería un punto a favor.
La pieza de ternera es suficientemente grande para compartir entre 4 y poder probarla, además viene acompañada de bastante verdura.
Los platos para niños son variados y más que suficientes.
Si eres amante del chocolate la fondant te conquistará.
El local es amplio y limpio, con un trato agradable y varias terrazas para comer fuera.
Brutal! Es un restaurante para vivir una experiencia por completo y muy distinta. Pedimos raclette y fondue de quesos. Te explican muy bien como tienes que ir sirviéndote e ir moviendo el queso.
Precio de fondues son por persona y mínimo 2. Recomiendo ir 4 así podéis probar más cosas. No es un restaurante en el que quedas a reventar de comida pero quedas bien y por la experiencia esta guay.
Lo único malo es que están los enchufes mal ubicados, tuvimos que movernos para acomodar el enchufe para la raclette.
Se aparca fenomenal cosa que se agradece.
Volveré a por la fondue de carnes! ☺️
Es un restaurante típicamente suizo donde se pueden tomar platos típicos . La decoración, sencilla y muy alpina
Es bastante amplio, con varios comedores y en verano una terraza pequeña, pero muy agradable.
El servicio es atento y rápido
Las fondues (carne y queso )y la raclette son estupendos y recomendables .
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