Restaurante localizado en la plaza de la Santa Faz, donde al menos hay tres restaurantes más, pero este está en la zona de la plaza más tranquila y menos bulliciosa.
Las mesas del exterior del restaurante estaban todas ocupadas. Nosotros dos preferimos cenar en el interior para evitar el fresco de la noche y fue todo un acierto porque estuvimos prácticamente solos y servidos a placer. Los camareros muy amables y serviciales, dándonos recomendaciones que nos fueron muy útiles.
La cena: ensalada de aguacate de buen sabor y bien para dos personas. Gambas a la plancha de buen sabor pero difíciles de pelar, igualmente plato válido para dos personas. Almejas a la marinera muy buenas y abundantes, la salsa estupenda. El precio bien salvo la cerveza cuyo botellín cuesta 3,50 euros. Aporto factura.
Fuimos yo y mi novia. Pedimos una ensaladilla rusa que no era ensaladilla rusa, pero estaba bastante rica. Pedimos chipirones fritos que fueron bastante generosos. El pulpo a la gallega estaba soso, pero pedimos aceite y pimentón y sin problema nos lo dieron y ya quedó rico. El solomillo (27€) la verdad es que era escaso de cantidad, aunque muy rico. Todo esto y una botella de vino blanco nos salió por 94€. Recibimos muy buena atención. Cuatro estrellas creo que es justo.
Buenísima la paella,los camareros encantadores,pero mejor no pedir el pan con tomate y alioli q t ofrecen como entrante,t sube la cuenta final,innecesariamente.
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