Comida bien en general, nada sofisticada, platos simples pero generosos y precios ajustados. El servicio, atento y relativamente rápido. El revuelto de ajetes, no estaba sabroso, se apreciaba un punto de humedad.
A pie de la carretera y con vistas al embalse se encuentra este restaurante, que seria por su nombre un pequeño kiosko, pero que actualmente cuenta con varios espacios para atender a su clientela, como la terraza exterior y dos niveles para comer, en el restaurante cuenta con aire acondicionado, cosa de agradecer en días calurosos como el que nos tocó en nuestra visita. El personal es agradable y el servicio rápido.
Cuenta con comedores cerrados y aires acondicionados y una terraza súper amplia. El trato de los camareros es impecable, serviciales y muy agradables. La ensalada estaba riquísima como así también la ensaladilla rusa. Pedimos una paella mixta para 2 y sin dudas comen 3, muy buena. Para el niño nos prepararon filete de pollo empanado y patatas fritas (a pedido nuestro) sin problema.
Recomendable también por las vistas y su ubicación.
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