Un restaurante muy acogedor, con unos camareros muy atentos, serviciales y simpáticos, haciéndote sentir como en casa.
Muy buena relación calidad-precio, y la comida muy rica.
Tienen menú diario muy variado: ensaladas, pencas, pescados, pasta, arroz, costillas, hamburguesitas...
También tienen carta con entrantes fríos y calientes, carnes (hay chuleta) y pescados; además, de menús especiales los fines de semana.
Un buen sitio para cenas de cualquier tipo; amigos, familia, etc. Pedí bacalao en escamas y estaba espectacular.
Buen sitio para comer. Camarer@s atentos. Cenamos 3 personas. Anchoas en aceite, exquisitas. Arroz cremoso con beguihandi y gamba blanca, estaba bueno sin más, fueron dos entrantes para compartir y de segundo chuletón para tres, acompañado con patatas fritas, pimientos verdes y ensalada. Carne de buena calidad. Los postres ya fueron otra cosa. Mientras el brownie con helado de frambuesa estaba bueno, la tarta se queso al horno fue un mazacote de masa con relleno de crema dura, que me costó pasar, al igual que la tartaleta de plátano que otro tanto, además no entiendo que pongan nata de spray. A pesar de este final inesperado, recomiendo el sitio, son gente maja y se come bien.
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