El camarero que nos atendió muy atento y amable.
La tabla de quesos muy buena.
Las croquetas tambien, vienen por unidad.
Los platos principales parecen pequeños pero te quedas satisfecho, y sino siempre estas a tiempo de pedir algun postre.
Los platos son pasta, hamburguesas, pescado, carne, pizza... Hay bastante variedad.
Los postres están bien, hay varios a elegir.
El precio es un poco caro pero el lugar lo merece. La decoración es elegante y tiene una terraza con algunos sofás y estufas verticales para el invierno.
El camarero de hoy con barba y pokito bigote vestido todo de negro que cambiando de vino no cambió las copas y al decirle la clienta que debía cambiarlas su respuesta fue pero es también verdejo y otra compañera le dijo que debía cambiarlas pero siguió dando se versión aún no habiendo estado correcto.
La pizza de nutela increíblemente BUENA
1) Para compartir: patatas crujientes al parmigiano; 2) Entrante: tortilla abierta alla carbonara (buenísima, recomendado); 3) Plato: lomo de salmón de Noruega a la parrilla con hinojo y 4) Postre: Tiramisú Bimbas. No está mal, pero si eres un apasionado de los tiramisús tendrás más argumentos para valorar. Yo que no soy muy de pedir postres, y menos acabármelos, este me lo pude terminar.
Buen lugar para ir a comer/cenar en grupo, sitio cómodo y tranquilo.
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