Pequeña heladería cerca de arco de Triunfo y de la estación del Norte. No tiene terraza ni puedes tomar en el interior, pero es una zona de paseo con bastantes bancos y árboles para degustar tu helado tranquilamente.
La lista de sabores es moderada, pero suficiente para que te apetezca probar varios . Son helados artesanos y que escapan del exceso de dulce, lo que es de agradecer.
A destacar la simpatía y amabilidad de Michele. Atiende con una sonrisa y te ofrece probar los sabores que quieras. Ofrecen clásicos como el pistacho o avellana y otros tipo sorbete con sabores de frutas: melocotón, higo, frambuesa, mango...
Pedimos dos tarrinas pequeñas, una de avellana y arándanos y otra de crema pastelera y melocotón. Buenísimas.
Te las decora con una galleta redonda de barquillo.
El precio de la tarrina pequeña es de tres euros, que está muy bien tanto por la calidad como por la atención y resulta más barato que en otras heladerías de la ciudad.
Heladería muy pequeña cerca de la estación de autobuses con buena variedad de sabores. 3€ el cucurucho pequeño de 2 sabores. El de pistacho estaba rico y había variedad de sabores de fruta con muy buena pinta
La mejor heladería del barrio y me atrevo a decir de Barcelona! Helados artesanos 100%. Incluso puedes ver como Michele los prepara (un autentico profesional del gelato) Mi favorito el de queso de cabra, espectacular🤤🤤🤤
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