Sin duda uno de los mejores restaurantes Belbo. Fue una experiencia de 10 y sin duda volveremos a cenar aquí en familia.
Se agradece el servicio por parte de Martín, ya que hizo que nuestra experiencia fuese maravillosa.
Fuimos al Brunch dos parejas y dos niños pequeños. Lo mejor fue el Aperol que ponen de aperitivo, el vino blanco que pedimos también estaba muy buen. La comida, para el sitio que es y el precio que tiene, la esperábamos con más variedad (más tipos de arroces) y calidad (ternera). Echamos de menos fríos más elaborados, como sushi o tartar, no solo ensaladilla y filetes de ahumanos. Las ostras las ponen en una bandeja que no tenía hielo si no que estaban como encima de piedras y se echaba de menos que estuvieran más frías, de sabor estaban buenas pero tenían mucha cascarilla y era complicado comerlas sin masticar cáscara. La atención del personal en sala muy buena.
Fantástico. Por inesperado, uno de los mejores arroces negros que he comido en mi vida. Un 12 disfrutamos muchísimo. El servicio excelente
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