Local acogedor, decorado con aires modernos, de marcado estilo industrial. Personal atento y eficiente, carta justa pero suficiente y platos ricos, con una buena relación calidad-precio, hacen de este establecimiento un templo gastronómico para visitar. A destacar su variedad de vinos.
Más que bien todo! Tanto la comida, como la atención y la calidad precio. Para repetir, sin duda! Las fotos hablan por sí solas.
Primero destacar el trato profesional por parte de los camareros.
Las elaboraciones y el producto muy buenas, al igual que la relación calidad/precio
La única pega es que la terraza podría estar un poquito más abrigada para que la comida fuera un poco más cómoda.
Para repetir
Y repetimos. Como la otra vez, excepcional.
Probamos las verduras templadas a la brasa, la hamburguesa de vaca y la de pollo en pan brioche.
Esta vez el postre no lo pedí, y simplemente tome un café. Hacia tiempo y tiempo que no probaba un café tan rico.
Un 10 en todo. La atención inmejorable.
Un lujo tener esto a 200 metros de casa
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