Esperamos para entrar en interior. Nuestra mesa bailaba. Media hora de espera para traer las marineras. Otra media hora para el siguiente plato. Once de la noche. Por fin, después del segundo plato todo vino ya rodado. El servicio por parte de las camareras fue excelente. En cocina, no sabemos. Lo cierto es que al final la que imagino es la encargada, se disculpó por el atranque del servicio, cosa que se agradece. Salvo ese atranque que esperamos sea sólo una anécdota, es un sitio muy recomendable
Vimos un vídeo en redes sociales dónde lo recomendaban y decidimos darle la oportunidad. Y, ahora, somos nosotros los que nos sumamos a la recomendación, sin duda.
El local tiene mucho encanto, el trato es ameno y los platos, sencillamente, deliciosos.
Probamos las marineras (tanto las normales como las especiales 'Larvi') y la ensaladilla rusa estaba muy bien equilibrada y rica. Las croquetas muy buenas, con una bechamel súper suave y sabrosa. Las patatas cabrales nos sorprendieron enormemente (diría que son fijas a la hora de pedir siempre que vayáis) 🤤
Y, por último, mención a las tostas. No escatiman en el producto que le ponen encima, abundantes y de calidad.
Sin duda, repetiremos.
Como crítica constructiva y a tener en cuenta, íbamos con un bebé y no hay cambiador en el baño. Si se puede mejorar esto, ya sería ideal.
Espectacular descubrimiento!! El servicio de 10 nos atendió Estefania que es un encanto. Sitio súper tranquilo muy buen ambiente y la comida…. Riquisimaaaaa! Probamos la marinera larvi, las croquetas (que son de otro nivel 🤤) la tabla de quesos, caballitos y de postre su tiramisu BRUTAL! todo buenísimo repetiremos seguro, se quedaron muchas cosillas pendientes para probar 😂
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