Un sitio estupendo para comer una buena paella. Son muy amables, llegamos tarde pero nos pusieron una mesa en la terraza donde hemos estado muy a gusto. ¡Gracias! La paella (de marisco pedimos nosotros) buenísima. Hay sitio para aparcar. Vimos que también va mucha gente a recoger paellas, repetiremos si podemos.
Aunque su ubicación no sea muy buena, lo compensan con su 𝗮𝗺𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 y 𝗰𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱.
El 𝗲𝘀𝗴𝗮𝗿𝗿𝗮𝘁 (ensalada de pimientos asados) estaba buenísimo.
De arroz, un 𝘀𝗲ñ𝗼𝗿𝗶𝘁𝗼, de un dedo de altura, con su 𝘀𝗼𝗰𝗮𝗿𝗿𝗮𝘁 y con gran cantidad de "bichos".
De postre, un helado 𝗮𝗿𝘁𝗲𝘀𝗮𝗻𝗼, de chocolate blanco con lima, muy 𝗰𝗿𝗲𝗺𝗼𝘀𝗼 y bueno.
Y el café, un Rotondo de 𝗟𝗮𝘃𝗮𝘇𝘇𝗮, muy por encima al nivel de cafés que hay por la zona.
Es de agradecer que te sirvan una arroz para uno, cosa que no suele ocurrir en muchos sitios.
Se nota que les 𝗮𝗽𝗮𝘀𝗶𝗼𝗻𝗮 lo que hacen, no suelo pedir un arroz seco fuera del Levante y de los arroces que puedes encontrar por la zona es de lo mejorcito.
La calidad-precio es buena en general.
Lo que más me gustó es la calidad en general (desde entrantes hasta el café)
Y lo que menos el pan.
Ah, y son los 𝗶𝗻𝘃𝗲𝗻𝘁𝗼𝗿𝗲𝘀 de una tapa para llevar las paellas que se utilizan hasta en el Concurso internacional de paella valenciana de Sueca.
Volveré a probar otros arroces, postres, o simplemente a tomar un buen café.
Pedimos una paella del señorito 6 personas para para llevar a las 14:45. Llegamos sobre las 14:40 y ya estaba saliendo nuestra paella, de tamaño descomunal y a buena temperatura. Mariscos abundantes y pelados. Arroz en su punto. Al final, comimos 12 personas y quedamos más que satisfechos. Nos atendió una señora extranjera, muy simpática y atenta. Como único inconveniente, es necesario dejar una fianza por la paella, de 20€, retornables al devolver el utensilio. No hubo cualquier problema con ello. Esto justifica nuestro 5 estrellas.
An error has occurred! Please try again in a few minutes