Un restaurante acogedor argentino en una calle en el centro de Cádiz, para mi gusto un poco pequeño pero muy bonito, muchísima variedad de tapas que estaban muy ricas y sirvieron rápido.
El precio muy asequible, unos 15€ por persona.
Las carnes son su especialidad.
Me ha encantado, tanto el servicio, como la comida, ambos exquisitas. El ambiente también, el sitio es pequeño, pero tiene una saloncito en una especie de subterraneo, me ha fascinado, aunque no hemos podido almorzar allí, ya que a mi tía le ha entrado algo de agobio, jajaja, pero quiero volver, repetiremos. La masa de las empanadas, geniales y su sanor, al igual que las croquetas criollas y el provolone. 5 estrellas.
Que lujo de sitio... Empezando por la atención del personal, siguiendo por el encanto del sitio y terminando en la calidad de los platos.
Tapas de paté de cabracho y unas empanadas argentinas... Tremendo todo.
Despues nos metimos entre pecho y espalda una milanesa "a caballo" y salmon a la plancha con salsa verde.
Casi hemos borrado la decoración del plato de lo rico que estaba todo.
Para terminar, como glorioso final, una tarta de la abuela que madre mía, que delicia.
Volveremos.
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