Ya habíamos estado aquí antes y por eso hemos vuelto, porque nos gustó.
Tienes que ir pronto, porque siempre hay mucha gente, o si no tendrás que dar tu nombre al camarero de la camisa roja y esperar a que te llamen.
Aunque hay mucha gente el servicio es rápido, y cuando está tu pedido lo traen todo a la vez. Esta vez solo pedimos tapas, son grandes y está todo muy bueno, menos las patatas, no las recomiendo, son congeladas.
Éramos tres, y pedimos varias tapas, el camarero estuvo genial cuando nos advirtió que las tapas eran grandes y que igual nos sobraba comida, quitamos una tapa, y nos dijo: si os quedáis con hambre me pedís más y enseguida os lo traeré. No hizo falta, tuvimos bastante y aún nos dejamos un poco, estábamos llenos.
Siempre que hemos ido hemos comido muy bien y en cantidad, todo muy bueno, y si te sobra algo y quieres te lo ponen para llevar.
¡Seguro que volvemos!
Sitio de batalla en paseo de Cullera. Relación cantidad precio muy buena, el precio de las raciones es similar al de otros sitios de la zona y en general, pero con mayor cantidad de genero, diría que muy abundantes. Si eres de comer mucho y la calidad no te importa tanto, es muy buen sitio. Quiero matizar que la calidad no es que sea mala, sino que no es la mejor, pero claro, todo no se puede pedir. En general buen sitio si tienes hambre y quieres comer en cantidad en el paseo de Cullera y a buen precio.
Fuimos por la noche:
Nos habían recomendado el sitio y aunque tuvimos que esperar media hora a que nos llamasen (no hacen reservas, te apuntan en un papel y van llamando) cuando pedimos la comida llegó bastante pronto pero no nos gustó demasiado, supongo que esperábamos más
Lo mejor el canelón de bogavante que estaba espectacular y el revuelto de ajetes y gambas, riquísimo. El pulpo a la gallega sin más y las coquinas las hemos probado más ricas en otros sitios, eso sí, un plato muy abundante.
El camarero muy amable aunque tenía mucho trajín.
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