Muy tranquilo y familiar.
Echo de menos esas paredes churretosas, ese ir y venir de la bayeta mugrienta todo el día, el humo del tabaco, el suelo pegajoso, esas timbas al billar o a dardos para jugarse las rondas de bebidas, ese ambiente... esa personalidad de bar cutre de pueblo de antaño que tanto me gustaba, donde iban todos los abuelos del pueblo a tomarse sus "casallas" y sus "Palo amb sifó" o su "cafetet amb dues gotetes"...
Pero ahora esta todo asquerosamente limpio, con peste a producto de limpieza, un ambiente que rezuma higiene y limpieza por todos lados, un servicio terriblemente excepcional donde solo se ve juventud y chavalería por todos lados, esa terraza a medio cubrir que da sol y sombra y en invierno tiene estufa, esos platos tan bien elaborados y todo sin perder la sonrisa ni la alegría por trabajar y trabajar bien!
SENCILLAMENTE GENIAL! Y lo mejor de todo: La comida y las tapas no solo no han bajado de calidad y variedad, sino que han mejorado y muchísimo!!
Coloma, Asen... ¡Seguid así!
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