La camarera que nos atendió súper agradable. La zona es muy tranquila y la comida es casera. Nos gustó todo lo que pedimos (tanto tapas como platos). Comida de calidad a un precio muy bueno para la ubicación y temporada. La tarta de queso un triunfo.
Fuimos expresamente a tapear, íbamos 7 salimos hartos de comer y beber por 100 euros. En pleno mes de agosto.
El restaurante está debajo del faro de Isla Cristina. Tiene dos playas detrás en el Estero mirando hacia la punta del moral. El camarero que nos sirvió encantador, era sevillista como yo. 🤣 Si vuelvo a Isla Cristina volveré. La comida riquísima. Y la cerveza fresquita
El personal es encantador, nosotros vamos mucho y es como comer en casa, algunas mesas tienen unas vistas muy bonitas de la ría y el sitio es sencillo pero muy agradable.
Se pueden pedir tapas o raciones.
Nuestros favoritos el pisto con huevo, los chocos, el atún y el rejo y para mis hijos las lagrimitas que les encantan, las aliñan y fríen muy bien, eso son nuestros favoritos pero esta todo muy bueno y la comida casera de guisos es buenísima, calidad-precio es fantástico, os lo recomendamos.
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