Hemos venido a cenar y ha sido fabuloso. Terraza más que agradable y su anfitrión, más que profesional y amigable. En cuanto a la comida, internacional tirando a búlgara/polaca. En nuestro caso nos hemos decantado por un Queso empanado y una Crepé de Pollo para compartir, ambos platos deliciosos. De segundo hemos tomado la Pechuga de Pollo en salsa de nata y champiñones, que no estaba nada mal, un plato muy ligero con patatas y algo de ensalada. El ambiente, lleno pero tranquilo. Repetiremos.
Comida especial, atención inmejorable y de la terraza .... Mejor pruebala, no se puede describir con palabras el bienestar de pasar horas en esa terraza
Es un sitio que destaca por ser normal, sin pretenciones y muy de su barrio. Aqui entran españoles, holandeses, alemanes y mucha gente de paises del Este disfrutando de una atención relajada de su dueño simpático.
La comida es internacional pero se le nota la historia alemana y la influencia de su actual patrón búlgaro (probar la ensalada Chopska!).
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