Mejor menú que carta. Pedimos de carta en mitad de muchos menús y la comida tardó un poco más de lo normal. Además, pedimos tres referencias de la carta que no tenían. El pescadito frito bien, pero los calamares no tenían sabor. El bacalao a la plancha correcto. El rabo de toro rico, pero un poco salado. El entrecot más bien recio. Lo pedimos al punto y vino poco hecho. Las filloas ricas. Pedimos una botella de agua que todavía seguimos esperando. El salón y el baño son accesibles, todo en planta baja, pero el baño no está adaptado para silla.
Increíble, en el centro de Madrid cañas a 1,60 con pincho. Por cierto paella abundante de aperitivo con el arroz en su punto y muy buen sabor.... Volveré a comer a ver que tal....
Recomendable por la calidad de sus productos, los camareros muy eficientes, el ambiente tranquilo, las mesas amplias.Por destacar las zamburiñas exquisitas y de buen tamaño, el arroz muy bueno, el rabo de toro. La relación calidad precio correcta.
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