La comida estaba muy buena,el restaurante muy bonito decorado y el ambiente tranquilo y agradable. El camarero y el dueño muy simpáticos y atentos durante la cena,la mesa y la vajilla muy bonita y original y muy chulos los cuadros de las gallinas y pollos. Relación calidad/precio regular,porque pedí muchos platos y salió un poco caro todo,por las recomendaciones del camarero. Tendrían que poner los postres en la carta,para ver los precios y al final acabé cenando solo en el restaurante. Aún así he estado agusto y cómodo durante la cena,lo recomiendo al 100% y volvería a repetir!!!
Wow! Cocina elaborada de calidad, regado con trato super cordial. La decoración una mezcla de elegancia con un toque irreverente pero bien medido. Platos generosos con presentación fuera de lo común. Una sorpresa; repetiremos 100%
Adriana ARRANZ VICENTE
+5
Según entras en este restaurante sientes que el espacio tiene algo especial.
Si decoración no deja indiferente: ecléctica, con reminiscencias vintage y toques de modernidad con clase. Sin duda es muy peculiar y llamativo.
Con respecto a la comida, no cuenta con una carta muy extensa, pero es más que adecuada. Los postres los van cambiando prácticamente diariamente lo que me gusta.
Y los sabores de sus platos hacen darte cuenta que las materias primas son de primera calidad.
Su ceviche de langostino es delicioso, no dejes de tomarlo.
El personal es atento y sabe orientar a la clientela.
Recomiendo de entre sus vinos el Godello, suave y afrutado, y el "Calientapollas", vino tinto suave y con cuerpo.
Un restaurante para repetir.
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