Bueno, Bonito, Barato. Comida muy buena, cocina típica de la vega de Miedes. Servicio atento y sin demoras. Ambiente del pueblo y familiar. Nadie se hace extraño aunque uno sea forano. MIEDES es un bonito y acogedor pueblo de nobles, muy laboriosos y bien afamados labradores aragoneses que son capaces de sacar de su tierra verduras, hortalizas, cereales, frutas, vinos y criar ternascos de fama bien conocida por sus excelentes carnes sobre todo "turradas" a la brasa. Tampoco le andan lejos las carnes magras y los embutidos de cerdo con sus sabrosisimas longanizas. Su Torre del Reloj es una joya arquitectónica sinigual. Su convento de las monjas es un edificio de gran prestancia y solera. Las fiestas en este pueblo orgulloso y discreto nada tienen que envidiar a Las Ferias y Romerías de otros lugares bulliciosos. Pues en Miedes, se tiene la sana convicción de que es éste el lugar en donde se cantan y bailan las jotas aragonesas más bonitas y bravas, con un potente chorro de voz y las bailan con los brincos más altos de lo que te puedas imaginar. Y a cualquir galán forano le harán sentir el calor y la pasión de un maño enamorado de su tierra o de su bonica mañica. No te lo pierdas. Visita Miedes. Y piérdete entre sus calles. Eso sí, con un buen vaso de vino de la zona y en la compañía fraternal, divertida y festiva que encontrarás en estos días de fiesta en Miedes, entre bailes y jotas a todo pulmón. Con aire fresco y sano que te llevarán a repetir año tras año las fiestas como de una romería de hermandad, devoción y diversión se tratase.

Se almuerza de categoría, buen vino y buen trato.