Restaurante ubicado en una zona de bastante aparcamiento (que es de agradecer) el servicio de camareros es de 10, y la comida tiene sus puntos fuertes y flojos, pero en general bien. Las tapas, a nosotros sólo nos sirvieron una, con la primera consumición (el resto al pedir de cenar se las ahorraron) y fué una ensaladilla rusa bastante líquida y pequeñita acompañada de un saladillo, de sabor no estaba mal, pero el tamaño ers bastante pequeño. Las croquetas estaban de sabor muy ricas, con un rebozado espectacular súper crujiente pero estaban demasiado sólidas, a mí personalmente me gustan menos hechas, que se deshagan en la boca. Los huevos rotos no destacaría nada especialmente, estaban buenos, bien presentados pero sin más. Para mí, los platos fuertes fueron la pata de pulpo (10/10) y el cachopo (8/10). La pata de pulpo a la brasa estaba acompaña de un puré de patata y ensalada, y estaba simplemente espectacular. El cachopo era bastante pequeño (pequeño para compartir entre 5 personas, perfecto para 2 o 3) y estaba perfecto en cuanto a sabor, se nota que tabto la ternera como el jamón, el queso y el empanado eran buenos, la única pega que le pongo es la presentación y el acompañante, viene acompañado de un montoncito de patatas fritas y ya está, un poco cutre. De postre pedimos un coulant de chocolate acompañado de helado de vainilla y nata, muy normalito.