Sencillamente, un sitio para volver. Cuando te sientas en su patio cubierto por una parra preciosa, piensas que es un bar de raciones sin más, como en muchos otros pueblos Y si, lo es, pero esas raciones están de muerte. Nosotros pedimos unos clásicos calamares a la romana, grandes, tiernos. Y después, carcamusa, típica de la zona. Y estaba para chuparse los dedos. Además, raciones generosas, lo cual siempre gusta. Finalizamos con unas buenas bolas de helado, rico, y unos cafés. Estuvimos fenomenal, nos atendieron mejor que bien y además nos dijeron que la próxima vez podemos ir con nuestra perra, la cual no llevamos esta vez por no estar previsto llegar hasta Orgaz. Pueblo, por cierto, bonito e interesante, del que también pongo algunas fotos. Volveremos sin duda a visitarlo con detenimiento y a disfrutar de nuevo del patio emparrado de Annetta Brewery, sus raciones y su amabilidad.
Un lugar bastante atípico para un pueblo como Orgaz. Uno que no encontraríamos si no fuera por la tecnología, porque habría que callejear un montón, es de agradecer. La relación calidad precio es razonable. El mollete de lomo me gustó mucho, el de ciervo menos, aunque no estaba mal. Para volver a probar
Atendiendo a la multitud de reseñas positivas, cené aquí. Mi experiencia fue de DIEZ. No esperaba encontrar un local con una terraza tan agradable y un interior espacioso, con mesas amplias y una zona de ocio (para dardos y futbolín). Una limpieza y un trato, por parte de los responsables, muy buena, superando mis expectativas iniciales. Una educación más que evidente y una carta variada, con una calidad más que aceptable. La única pega, el tamaño de los refrescos; en muchos sitios ya optan por los de mayor capacidad. En cualquier caso, si estuviese en Orgaz o por los alrededores, sería una opción para repetir. ¡¡¡RECOMENDABLE!!!
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