monica rodriguezvazquez
+5
La comida exquisita. Las recomendaciones por parte de la camarera muy buenas. Ambiente agradable tanto para cenar como para tomar unas copas o un café.
Descubrimos el sitio por tener un solete Repsol y tras mirar la carta, un menú por 14€ con aperitivo, dos entrantes, principal a elegir y postre con café y agua incluido era difícil de encontrar.
El menú consistía en:
-Costilla asada: Está rica pero era una costilla natural. Como aperitivo no me encajaba
-Mollejas sobre una tortita: Buenísimo! El mejor plato del menú.
-Patata, Panceta y Huevo: Querían simular unas migas y el resultado es bastante bueno.
- Filete ruso con crema de queso: No me acabo y estaba algo duro. La crema de queso muy buena. Estaba acompañado de manzana
-Semifrio de queso: Espectacular.
Volvería pero pediría sándwich o hamburguesa ya que vimos como se las servían a otras mesas y te la muy buena pinta
La comida estaba muy buena y muy bien presentada. Todo en la carta es bastante atractivo e interesante. El sitio es precioso y me encanta el concepto. Lo que arruinó un poco la experiencia fué el camarero, ya que fué súper borde desde el principio y la música estaba tan alta que impedía tener una conversación, se hacía muy pesado el ambiente para comer. La mitad de la cena nos atendió una camarera con muy buen trato y súper maja. Eso hizo que cerráramos bien la noche. Del resto todo ok.
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