Llevaba tiempo queriendo ir, me encanta este estilo de comida y nos lo habían recomendado. Está ubicado muy céntrico, en la Plaça del Mercat, genial para un paseo o para quedarse en la terraza de sobre mesa. Cuando llegó la ocasión reservé mesa desde la web (es tan cómodo así) eso sí, te piden puntualidad o que avises con tiempo. Nos dieron a elegir y cómo hacía un poco de fresco entramos en la sala (qué por cierto tienen 2 interiores) el espacio es normal pero agradable y muy cómodo. Os recomiendo reservar porque suele estar bastante lleno. Pedimos como entrantes “Galbi gun mandu” unas empanadas al vapor de ternera con una salsa muy rica. La sopa Wonton la pedimos para compartir, y nos dieron un tazón para poder comer 2 de manera más cómoda, estaba tremendamente deliciosa!! Cómo es un plato típico el pollo campero, decidimos probar la opción del “Spicy chilli Chicken” un curry muy picante (para mí en su punto perfecto) con una salsa muy sabrosa y un “Thai Red Bowl” que se trata de unos filetes de salmón salteados que se deshace en la boca con salsa picantita y verduras crujientes… me pareció espectacular! Todos los sabores te transportan a Asia. Los currys los sirven en un cuenco grande con una ración bastante generosa y un cuenco de arroz blanco (apelmazado, tipo sushi) para que te vayas añadiendo al gusto. Puedes comerlo con cubiertos o con palillos, al gusto de cada comensal. Para el postre no llegamos muy hambrientos que digamos, pero probamos un gofre coreano en forma de pez de cacao (relleno tipo dorayaki) y acompañado de un helado tipo tahini muy rico, el postre en sí es sencillo pero curioso. También creo recordar que había la opción de un tiramisú de té matcha y helados a elegir. El servicio muy atento, y llegó todo a su tiempo, para la gente que había me pareció muy bien llevados los tiempos. Recomiendo totalmente este restaurante! Ya volveré a probar otras cosas con las que me quedé con las ganas :) Las fotos no son muy buenas, pero de verdad estaba delicioso y el emplatado tenía pintaza.