Un buen restaurante, con un amplio comedor de estilo rústico decorado con pinturas de paisajes locales.
Fuimos con un grupo de turistas y pudimos probar las migas con fruta, la ensalada de atún, el codillo asado con patatas y el filete a la plancha, así como la tarta casera de piñones, que estaba jugosa y riquísima.
Las raciones eran muy muy generosas, hasta el punto de que muchas personas pidieron que les pusieran las sobras en un recipiente para llevar, y nos hicieron el favor. Todo un buen gesto con el grupo.
Hemos cenado en este asador y la comida no ha podido estar más rica. La carne exquisita, las croquetas caseras, súper variadas y sabrosas. La atención inmejorable, y para rematar tarta de piñones 100% recomendable. Un 10 en servicio, comida y atención.
Recomendable, comida castiza y casera.
Buenos precios y muy buena cantidad y calidad.
Todo casero y nada congelado ni ultraprocesado.
Gracias a Juan un amable trabajador que nos atendió y nos aconsejó muy bien sobre que platos escoger.
Volveremos.
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