Aunque es un restaurante al que vas por la carne, es imprescindible pedir de entrante la tortilla y los pimientos verdes fritos.
Muy buena calidad de las carnes, la atención es buena, con camareros que se ve que llevan muchas años.
El único pero que le pondría es que en esta última ocasión estaban todas las mesas completas y estábamos un poco apretados con tanta mesa y carritos de bebés.
Fuimos por la carne y volveremos por ella, aunque solo tengan 3 cortes en carta. Pero la calidad de las tres es excelente y perfectamente preparada.
Si quieres patatas y/o pimientos, tienes que pedirlos aparte.
Nos recomendaron fuera de carta la morcilla de buey, y todo un éxito.
En cuanto a las croquetas, muy ricas, de todas ellas me quedo con las de chistorra.
La tarta de queso muy rica, sabor potente y textura perfecta.
No apto para veganos...sin mucha variedad pero con una carne exquisita, vinos espectaculares, con un local que huele a brasa por los 4 costados... y todo ello a muy buen precio!!! NOTA: El camarero nos recomendo una morcilla de buey que quitaba el sentido
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