Local humilde con apariencia mas de bar que de restaurante. Un clásico imprescindible en la zona para buenas tapas, raciones y gran surtido de panadería y pastelería. Carta bastante amplia y completa, con ensaladas, hamburguesas, pizzas y (sorprendentemente) también riquísimos platos de carne y pescado. Recomiendo mucho los torreznos caseros con ensaladilla y la paella ciega de pescado y marisco. Verdaderas delicias.
Servicio atento, amable y familiar.
Precios asequibles y raciones generosas y bien servidas. Ingredientes de primera calidad y elaboraciones muy profesionales.
Muy recomendable para salir a comer o cenar un fin de semana a buen precio y con buen ambiente.
Servicio muy agradable, comida rica y tradicional. Restaurante familiar. Relación calidad precio buena.
Repetirem!
Comida muy buena y casera,lugar limpio con terraza en la parte interior y en la calle trato muy amable y familiar,no decepciona
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