Un lugar con encanto. Han aprovechado los patios de acceso a la bodega y adecuarlos para restauración con un bonito ambiente y aroma a flores. Se puede ir a tomar el aperitivo, cenar o tomar una copa.
Es súper agradable.
Tiene una carta variada, no excesivamente extensa y combina la gastronomía tradicional mediterránea y andaluza perfectamente. Tienen carnes, pescados, tapas y por supuesto vinos (inclusive tintos de otras denominaciones). Destaco el cazón en adobo, de lo mejor que he probado por su adobo y porque su rebozado es ligero y sin una gota de grasa.
El personal es muy amable, el ambiente agradable y la relación calidad precio correcta.
Volveremos por tercera vez en nuestras próximas vacaciones.
Teniamos muchas ganas de probar este restaurante y la experiencia ha sido magnífica. Dentro del patio de la bodega la gitana y muy bien decorado. Amplia carta y todo con muy buena pinta. Las patatas bravas nada que ver con las clásicas , riquísimas, la ensaladilla de gambas al ajillo de 9, y los fideos secos con puntillitas un manjar. Volveremos a seguir probando el resto de la carta. Solo pondría un pero que deberían de mejorar: no habíamos terminados con los entrantes y me trajeron el segundo, la carrillera, y se me quedó fría. Deberían de estar más atentos a esos detalles para que todo sea perfecto.
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