El mejor restaurante de Formentera para degustar pescados y mariscos.
Restaurante con una terraza cubierta muy grande, con música de ambiente y muchas mesas. Tiene un salón interior también.
Pedimos de entrante el camembert frito, que no estaba mal, con dos mermeladas y pan tostado y el frito de pulpo que estaba un poco aceitoso pero muy rico de sabor.
De Segundos Fideuá ciega para dos y frito de cordero que estaban ambos muy ricos. En especial el cordero nos gustó mucho pero un poco exceso de aceite en ambos. Aún así recomendables totalmente.
De postre la tarta de queso no es nada del otro mundo, y nos pusieron un os bombones helados con los cafés, un muy buen detalle.
Sitio recomendable con precios en la línea de la isla con muy buen trato y atención por parte de los camareros.
El lugar se siente familiar y el trato en general es muy bueno. La comida y el postre está muy bien, pero si vamos al precio es algo caro aunque quizás va en concordancia con la isla.
La sorpresa ha sido el precio del agua. 4€ por una botella ha sido desorbitado.
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