Me encantó el local, con una decoración ecléctica y elegante, que aportaba buena vibra. Descubrimos un privado, que habrá que reservar algún día, que junto a unas bodegas acristaladas y la cocina abierta, ponen la guinda al establecimiento La carta no es muy extensa, pero apetece probar todo. La carta de vinos es completísima. El servicio es muy atento, amable y cercano. Te hacen sentir muy a gusto. Pedimos si las gambas del arroz podían venir peladas y accedieron a nuestra petición. Esos detalles son los que marcan la diferencia. La recomendación del vino acertadísima, con un ribeiro excelente. Me sorprendió gratamente que tuvieran un buen manzanilla para ir abriendo boca. La comida y el postre, muy, muy buenos. Deseando volver pronto.
Un gran descubrimiento, muy recomendable, servicio muy atento y excelente, producto de calidad y platos espectaculares!! Muy recomendable! Volveré! 👏👏👏
Excelente restaurante en todos los sentidos. La calidad del producto es muy alta y el trato inmejorable. Restaurante para muchos años más ;)
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