Un restaurante muy agradable, con buena comida e ideal para una velada íntima. Recomiendo al 200% las habas, me sorprendió mucho y están espectaculares.
Por poner algún "pero", los vinos no fueron de mi agrado, pero ese gusto es muy personal.
Fina Fernández Trastoy
+5
Local muy acogedor, con terraza y en un entorno precioso, a pocos metros de la catedral. El personal muy profesional y muy atentos. La carta no es muy extensa, pero todo lo que hemos comido estaba muy rico. Disponen de dos menús, siempre y cuando todos los comensales lo pidan. Mención especial para el pan, està exquisito. Amplia carta de vinos.
La cocina està a la vista, todo muy limpio.
Uno de los sitios donde mejor he comido últimamente, super recomendable! Tuvimos la suerte de que había una mesita para dos libre y pudimos cenar allí. Los camareros super agradables y nos guiaron en todo momento para lo que teníamos que pedir. Buenas cantidades y sabores muy frescos. Estaba todo muy bueno pero si tuviera que quedarme con algo serían las gambas y las empanaditas. El local tiene mucho encanto y el ambiente era muy tranquilo. Volveré seguro para probar otros platos. Precio correcto para la gran calidad de materia prima que sirven.
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