Nada más llegar y pedir bebidas nos cuentan que no hay cerveza de tirador porque sale caliente y no nos quedo otra que pedir tercios de cervezas internacionales o premium con su correspondiente incremento de precio, de los cuales se estaban agotando la mitad en el trascurso de la comida. Tras comenzar a comer tuvimos que pedir el servicio de pan porque no lo traían, la ensalada César muy insulsa con apenas aliño del que reseñan en carta, por no decir ninguno, el arroz negro escaso de tinta y le faltaba potencia, el chuletón lo pedimos al punto y trajeron un tercio al punto y el resto muy poco hecho y tuvimos que pedir que lo pasasen más, nos sirvieron los postres antes de marcar la mesa con las cucharas, por último la tarta de chocolate que supuestamente se servía medio derretida y templada según la camarera (que por eso la pedimos) nos la sirvieron fría y totalmente cuajada por tanto. En resumen la comida no está mal pero hay muchos detalles mejorables. Las bravas muy buenas.
Álvaro Fernández Barragán
+4
Local muy amplio y acogedor, tiene un estilo muy guay por dentro y la cocina abierta al salón.
La comida la verdad que muy rica en general, la ensaladilla estaba para saltarse dos lagrimones, riquísima, las croquetas eran unas de queso y otras de carrillera, ambas muy ricas, pedimos también unas patatas bravas que estaban bien, el arroz negro sin más, un poco soso, el arroz de presa estaba espectacular, y luego pedimos también la hamburguesa de trufa que estaba muy rica.
Posiblemente volvamos, nos gustó la experiencia. Gracias.
Es un sitio al que siempre me gusta volver, toda la comida está espectacular y el servicio es muy bueno. Además, la decoración es chulisimo y si hace buen tiempo tienen una terraza muy amplia y cómoda.
Recomiendo las bravas, la ensaladilla, las costillas y los arroces.
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