Lo vimos por internet y no pudimos resistirno a visitarlo, la verdad fue un acierto.
Los conos de ortiguillas y las croquetas como entrantes sobre todos las croquetas son obligatorias. También pedimos ostras, pero comparado con lo demás no fue nada espectacular.
También pedimos el donut de rabo de toro y es su plato estrella, un espectáculo, es obligatorio.
Y de platos comimos steak tartar y tartar de atún. El steak mucho más rico que el tartar para mi gusto.
Nos quedamos con las ganas de la tarta de queso que se quedaron sin ella, tendremos que volver solo por comerla.
Comí en el interior con un ambiente muy agradable, y el trato inmejorable con Álvaro como camarero.
En cuanto a la comida, no se le puede poner ni una pega, tanto de sabor como de presentación, estaba todo delicioso: croquetas de jamón, gazpacho de tomate amarillo, patatas bravas, alitas confitadas y coulant de chocolate.
El donut de cola de toro es de las cosas más ricas que he probado nunca!!! Repetiré sin duda!!! Las camareras muy amables en especial una de ellas por el detalle que tuvo conmigo ❤️
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