Visita a mediodía para comer. Hemos pedido a la carta, aunque también disponen de menú de Lunes a Viernes. La carta no es muy extensa, pero suficiente para casi todos los gustos. La pasta que sirven es fresca, pero también hay opción de comprarla sin hervir para llevar.
Nosotros hemos pedido de entrada Parmigiano Reggiano, muy bueno y en su punto de curación. De plato principal spaghetti alla carbonara, la pasta muy buena, fresca y al dente, salsa también bastante lograda, potente de sabor, y en cantidad tanto de pasta como salsa suficiente, y bien equilibrada. Para terminar Canolli con pistacho, la pasta del Canolli perfecta, ligera y muy crujiente, el relleno muy suave, buenísimo. El servicio amable y eficiente. Dispone de una amplia terraza exterior y comedor interior bastante tranquilo y acogedor. Repetiremos, para probar las pizzas, las vimos y deben estar estupendas.
Fuimos a comer un sábado de navidades, reservamos el mismo día pasando un poco antes en persona, que gran acierto.
Los platos de elaboración casera (nos comentaron que la pasta la elaboran ellas a diario), cantidad generosa en los platos y con gran sabor, nos sorprendieron tanto los spaghetti carbonara como los tagliatelle tartufate. Los postres muy ricos, probamos la biancomangiare y el cannolo siciliano (que me encanta el pistacho), aunque me quedé con ganas de probar el tiramisú.
Volveré a probar el tiramisú y dejarme aconsejar nuevamente por el personal.
Un gran descubrimiento.
Sito muy acogedor y muy buena comida casera,la atención fue estupenda y el servicio un 10, un sitio muy recomendable si quieres degustar la auténtica comida italiana
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