Es un bar regentado por italianos, una pareja muy simpática y amable. Al pasar por el anuncio de su menú, nos convenció su composición de platos diferentes al de un menú clásico. Situado en una calle sin coches, comer en la terraza es agradable.
El menú consiste en un entrante, en plato principal y café. Agua y pan incluidos en el precio.
La comida estaba muy rica. Me ha gustado la caponata de verduras y el cachopo de morcilla.
La atención ha sido buena, gente amable y simpática.
El precio es moderado.
El único pero desde mi punto de vista es que el entrante es un poco escaso. Quizás sea su intención...
Llevo mas de un año viniendo frecuentemente y la calidad del café que es lo que me mantiene como cliente habitual no ha cambiado. El trato por parte del personal muy cercano y agradable, Sara es encantadora, alegre y amable. Sin duda de las mejores terrazas del centro.
Lugar chiquito pero agradable, precios algo elevados pero bueno se disfruta de la comida.
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