¡Me encanto! Recientemente fui con mi familia de visita a Valladolid y me habían recomendado este restaurante. La comida estaba deliciosa y los precios dentro de todo accesibles; los camareros fueron muy atentos y amables, nos hicieron recomendaciones de platillos muy acertaras, a parte que el menú es muy surtido y se encuentra algo para todos los gustos. El lugar durante la tarde es bastante cómodo para platicar y pasar una comida tranquila en familia. Volveré a visitarlo sin duda!!
Hablemos sobre la comida, de entrante croquetas de calamar en su tinta muy ricas un mes en vigo y no comí unas tan ricas como estas, las papatas con el interior cremoso igual muy ricos pero comiendolo con la salsa es. Como hace la convinación perfecta y cómo plato especial de la carta *Lubina* a la sal,,,,, estaba bien pero me esperaba un sabor qué destacara por mucho y no fue así, 64€ de pescado para no destacar me parece caro.
Nunca habíamos ido a pesar de ser de Valladolid, si que es verdad q nos habían dicho q los arroces son espectaculares.
Nos pedimos entrantes (éramos 5). 3 pinchos de atún rojo. Ensaladilla Rusa de vestresca y pulpo, muy buena . Y una variedad de croquetas de jamón y otras de sepia. Como plato principal pedimos el arroz al Señoret (19€/p) y súper bueno. Por último pedimos postre, la famosa tarta de queso que está brutal, Si vais tenéis q pedirla si o si. Y bueno la torrija no nos hizo mucho. Pero la relación calidad precio está muy bien. Súper recomendado! Volveremos seguro. Nos quedamos con ganas de probar el famoso pulpo.
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