No le doy el 5 porque el queso de la crep era rallado de sobre y estaba entero, sin fundir. Es una pena porque tenía muy buena pinta, pero me ha decepcionado. Hemos pedido el menú de fin de semana por 16 euros y salvo ese detalle, ha estado muy bien. Los platos muy buenos y muy bien presentados. Las raciones abundantes, salvo el bacalao al ajo arriero que ha pedido mi pareja, que era muy excasa, muy poca cantidad. Se ha quedado con hambre y se ha tenido que comer media merluza mía (que la he dejado porque era muy gorda y en el centro estaba poco hecha). Los postres muy buenos. Aún así volveremos otro día a comer a la carta porque hemos visto pasar para otra mesa unas croquetas con muy buena pinta. El camarero muy profesional y atento.
Un sitio muy tranquilo calidad y trato excelente. Platos : Tartar de atún, bacalao y magret de pato todos buenísimos. Y de postre súper recomendación la mousse de chocolate.
Fuimos por probar (y porque tenía 30% en el tenedor) y la verdad que fue una gran sorpresa. A primera vista parece un bar tradicional pero en el restaurante sirven platos de muy buena calidad, una materia prima de primera y cocina tradicional castellana con toques de innovación adecuados. La atención muy amable. De postre muy recomendable el coulant.
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