Un sitio escondido detrás de la Iglesia de La Antigua con una decoración chulísima. Ibamos buscando donde comer algo rápido y tampoco teníamos mucha hambre y por casualidad lo encontramos. Estaba todo rico y la música muy acorde al lugar, buen rock. Sin duda volveremos.
Buen sitio para comer buenas hamburguesas a buen precio. Pedimos una ración de patatas gajo y otras normales, 4 hamburguesas y 2 postres para compartir, más 4 bebidas y tocamos a poco más de 10 euros por persona. El lugar está muy bien, acogedor, con 4 mesas solo y la camarera muy maja y agradable.
Verónica Álvarez de la Vega
+5
La estética es de 10, a cada sitio que miras hay un pequeño detalle que observar, y sumado a la luz y a la música se genera un lugar muy acogedor. Las hamburguesas están muy buenas y la relación calidad-precio es coherente. Además, los precios de toda la carta son asequibles. La camarera es super agradable, siempre tiene una sonrisa en la boca y trabaja rápido. Todo está hiper limpio.
Volveré.
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